Simplemente perdón por la ausencia. He estado un poco liado estos “meses” 😉 Si me pillas IRL y con unas birras (que se agradecen en veranillo) os cuento.
Este fin de semana hemos aprovechado para pasar una mañana en el Bruno Weber Park.
Según nos cuenta en la Wikipedia El Bruno Weber Park es un parque de esculturas que se encuentra entre los municipio de Spreitenbach y Dietikon (donde cristo perdió la zapatilla y se acaba el mundo Pokemon) y es un diseño del artista Suizo Bruno Weber.
Desde Zürich la manera mas fácil de llegar allí es un tren hasta Dietiko desde Zürich HB y luego allí pillar un autobús (325) que os deja a un paseo de unos 15 minutos hasta el parque.
el paseo esta muy bien señalizado, por lo que no vais a tener mucha perdida.
Pues así andando llegas hasta la puerta.
Si os planteais ir a visitarlo echarle un vistazo a los horarios en la pagina web (http://www.brunoweberpark.ch/park/) por que me da la impresión que son un poco “restrictivos»
y un poco difíciles de compaginar. Una vez pagada la entrada (18 CHF) tenéis acceso a los 20.000 metros cuadrados de esculturas durante todo el tiempo que queréis.
no hay una ruta a seguir ni un guía que os vaya diciendo que es casa cosa. Se puede andar y visitar todo, y lo mas entretenido, algunas de las esculturas os podeis subir en ellas. 😉
Para los que hayáis visitado el Üetliberg esta entrada os resultará familiar.
ya que subiendo al restaurante se encuentra unas esculturas muy parecidas (tanto que también son del mismo escultor)
con muchas esculturas que me recordaban al parque Güell de Barcelona la verdad es que la visita se hizo muy amena (y el calor no fue muy insoportable)
Según nos vamos adentrando mas en el parque algunas de las esculturas empiezan a estar mas integradas con el entorno.
Encontramos el “gato bus” como cariñosamente llamé yo a esta escultura.
esta era una de las que (como veis) te podías subir a ella, aunque la subida era estrecha.
En el centro del parque se encontraban 2 dragones rodeando un pequeño estanque.
por los que podíais pasear para recorrer los alrededores.
En el frontal del lago tenia un pequeño centro de visitantes (un poco desangelado) aunque la decoración era preciosa (lógicamente en la linea de todo el parque)
allí nos sentamos a descansar un poco, a lo tonto habíamos estado casi 2 horas andando en el parque.
y después de vuelta a casa. A la vuelta (por no esperar al autobús decidimos bajarnos a la estación andando)
Lo “curioso” es que durante el camino de vuelta nos íbamos encontrando mas esculturas de Bruno Weber.
que aunque fue una tirada andando se nos hizo un poco mas ameno.
Fue una tarde de Sabado interesante. Si tenéis un rato y os gusta este tipo de excursiones os lo recomiendo.
Este sitio me ha molado mucho .
Me gustaMe gusta
Cuando vuelvas te llevamos.
Me gustaMe gusta