Siempre me ha gustado andar por la playa. Me relaja la sensación de la arena en los pies. Es cálida, suave y lo mas importante, es que una vez que has pasado por ella es complicado borrar tus huellas.
necesitas de mucha paciencia o de una gran tormenta para que no quede rastro de por donde pasaste. Supongo que es una pequeña analogía de nuestro paso por esta vida. Necesitamos una gran tormenta para que nuestro paso por ella no sea mas que un mero eco en un puñado de arena.